Este artíclo sobre esta figura fundamental de la gaita colombo-caribeña y frecuente acompañante del recientemente fallecido "El Diablo" Encarnación Tovar salió en Revista Cambio hace poco. Va estar en Bogotá la semana que viene.
HABLAR DE GAITAS se puso de moda gracias al Grammy que le fue entregado a Los Gaiteros de San Jacinto. Pues bien, la tradición de este instrumento es de vieja data y junto a Los Gaiteros hay otros músicos similares que han servido de inspiración a los compositores e intérpretes de hoy, quienes han logrado darle un nuevo estatus a la música colombiana. Grupos como Curupira, por sólo citar uno entre tantos, se han dedicado a rescatar la tradición colombiana para mezclar los ritmos locales con el jazz el rock o el hip hop.
Uno de los músicos que más ha influido en las nuevas generaciones es Sixto Silgado, más conocido como Paíto, a quien los jóvenes músicos le deben la manera de interpretar la gaita así como su uso en grandes escenarios y su experimentación con otros materiales y ritmos. Ejemplo de ello es José Eljach, del grupo Los de la Vereda, de Cartagena, quien anda utilizando el instrumento para hacer reggae.
La historia de Silgado se remonta a 1939, cuando nació en Flamenco, corregimiento de María la Baja, Bolívar, una región imbuida por la tradición negra, a pesar de contar con la presencia de los indígenas de la Sierra Nevada de Santa Marta. Flamenco se dejó permear por ritmos como el son gracias a los cultivos de caña en donde trabajaron muchos cubanos. Su padre, gaitero también, quería que Paíto tocara la gaita macho, mientras él interpretaba la hembra. La macho respalda la melodía creada por la hembra y se acompaña con maraca. Pero rápidamente fue claro que Silgado quería ser la cabeza, no el acompañante, por eso se rebeló y escapó hacia la Boquilla, Chambacú y Barú, donde reside actualmente, para poder tocar a su libre albedrío.
Se fue con Encarnación Tovar, El Diablo, otro de esos íconos de la música popular que no ha sido lo suficientemente reconocido fuera de las esferas de los especialistas. Su fuerza para tocar es única y es lo que gusta tanto a los nuevos músicos. Adaptaron con su instrumento cumbias, merengues, música pelayera y fandangos. Aunque El Diablo falleció en 2000, sobrevive Paíto y hará conciertos el 17 y 19 de marzo en la Ciudad Teatro, donde se volverá a encontrar con José Borré, que cantaba con ellos también en los festivales.
Un homenaje en vida que bien vale la pena, porque este hombre puede ponerse a la altura de Adolfo Pacheco, Alejo Durán, la niña Julia y hasta Escalona, por la cantidad de música original con la que cuenta y su influencia en las nuevas generaciones.
HISTORIA DE LA GAITA
Es un instrumento típicamente colombiano, de su costa caribe. Originalmente se llama kuisi sigi (la gaita hembra) y kuisi bunci (macho), gracias a los kogis, aunque también se le conoce como carrizo. Se le atribuye su característica sonora a los materiales con el que está hecha, que es corazón de cactus, con el que se hace la flauta, cera de abeja montuna y carbón vegetal, para la cabeza, y pluma de pato, para la boquilla. Su estructura cónica hace que la presión del aire produzca, además, un sonido único de este instrumento.
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