Afrocolombianos en Washington

QUINTA COLUMNA
Óscar Collazos. Columnista de EL TIEMPO.

Febrero 27 de 2008 - QUINTA COLUMNA

Afrocolombianos en Washington

El abandono de las negritudes en Colombia es innegable.

"Colombia reanudará la próxima semana su ofensiva para la aprobación legislativa del Tratado de Libre Comercio mostrando en Washington una realidad poco conocida del país sudamericano: la vida de los negros." Esto decía, textualmente, un envío de AP publicado el viernes 22 de febrero en la prensa colombiana.

El despacho de agencia señalaba que "la vida de los negros ha sido criticada por varios miembros de la Cámara de Representantes (de Estados Unidos) por la marginación, discriminación y pobreza en que se encuentran en el país". Y ofrecía estas cifras: "Los negros en Colombia representan más del 75 por ciento de los pobres del país y sus ingresos son un 34 por ciento menores que los de los no negros".

Según AP, Alcee Hastings, demócrata de Florida, quien visitó Medellín junto con la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, dijo que no votaría por el Tratado "a menos que el gobierno del presidente Álvaro Uribe pudiera demostrarme que hay progresos en la vida de los negros en Colombia".

Para responder a congresistas afronorteamericanos y para brincarse las cercas de objeciones presentadas en este sentido, se va a realizar en Washington la Semana Afrocolombiana, a la que asistirán la ministra de Cultura, Paula Moreno, "uno de los dos negros que Uribe tiene en su gabinete", y un grupo de académicos y artistas del espectáculo. Afrocolombianos, por supuesto.

La embajadora de Colombia en Washington ha querido poner "su granito de arena" en la superación de los obstáculos que los congresistas negros les ponen al gobierno colombiano y a los correveidiles del TLC. Y ha replicado que "no hubo marginación histórica" de los negros en nuestro país, sino "que las regiones donde viven muestran los mayores niveles de pobreza y niveles más bajos de educación, salud e infraestructuras porque están en zonas muy complicadas (...)".

¿Qué entiende la embajadora por "complicadas?" Que las condiciones ambientales de bosques tropicales e intensas lluvias durante gran parte del año impiden el acceso al Pacífico y que "la situación de los afrocolombianos allí se está complicando ahora con problemas de seguridad pública debido a las nuevas rutas del narcotráfico". ¿Cómo así? ¿Pueden entrar los narcos, pero no puede entrar el Estado? ¿Se "complicó" ahora o ha sido complicada desde siempre?

Estas respuestas son sofismas de distracción concebidos para apoyar una ofensiva diplomática, algo que ya había empezado a practicarse cuando el gobierno, cuestionado por el "black caucus", nombró Ministra de Cultura a una discreta y estudiosa joven afrocolombiana, y viceministro, a otro miembro de las mismas comunidades. Aclaro: este detalle no pone en duda la preparación académica ni la capacidad de estos jóvenes para desempeñar esos cargos.

Entre el 2002 y el 2006 -primera época del reinado de Álvaro I- no hubo un solo negro en el alto gobierno. Si los hay ahora, para mostrar y usar como instrumentos de propaganda, se debe a los congresistas negros norteamericanos y a las negociaciones del TLC. De allí, entonces, que la embajadora ignore los estudios de historiadores que, desde Aquiles Escalante hasta Alfonso Múnera, han señalado sucesivas clases de discriminación padecidas por los afrocolombianos.

Recomiendo que la Cancillería regale a sus embajadores las reveladoras monografías del Banco de la República sobre el Chocó, Litoral Pacífico y Región Caribe. Nuestros embajadores se evitarían la ligereza fácilmente refutable de ofrecer propaganda allí donde se exigen argumentos académicos, conocidos, por otra parte, en las universidades norteamericanas.