Todos sabemos que la política culturales un campo netamente político en Colombia, pero este artículo sobre el Festival de la Leyenda Vallenata, quizás el evento de cultura popular más grande del país, demuestra hasta qué punto ha llegado. Es primera vez que yo he visto que el espacio de la política estatal sea reconocido como un espacio político - inclusive politiquero. Aunque el tropo de la cultura tradicional afectada por la violencia es viejo (como en la cobertura sobre Buenaventura), rara vez que se brecha la pared discursiva que separa la política cultural de otras realidades del país. Es decir, siempre los festivales son representados como espacios en que reina la paz, nunca como afectados por la violencia (como cualquier elemento de la vida colombiana). Interesante. También cabe notar la cantidad de gente imprtante que llega al Festival Vallenato. El Petronio se considera dichoso si llega algún funcionario del Ministerio de Cultura, el de la Leyenda Vallenato se queja porque solamente llegó el presidente con una Ministra y una vice-Ministra...
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