"Dame dame dame, que te voy a dar ... una guayabita de mi guayabal."
9.17.2006
Negrofilia Lite II (pero peor es Negrofobia Heavy)
English below.
Chequea lo que dice El Tiempo sobre el Rastazo - una cobertura que nunca dan a las músicas autóctonas afros del país. No lo digo por esnobismo, pero interesante ¿no? Interesante también que salió en la prensa una foto con una persona negra en el primer plano - la única que se ve en todo ese mar de gente! Para los white, el reggae parece ser una manera de encarnar lo afro - tan codiciado en el mercado - sin tener que preocuparse por los negros colombianos (piense en los tantos niños blancos con dreadlocks que uno ve en las universidades bogotanas.) De hecho, es bastante interesante que el evento reggaetero, lejos de reconocer lo afro en Colombia, tiene un fuerte contenido cosmopolita y trasnacional, ya que los organizadores del Rastazo hacen parte de un colectivo cibernético rastafari basado en México, llamado Jahjahradio. (Vé en la página al programa Inshajah para su sucursal colombiano.)
De todas maneras, puede que los rastas bogotanos cometen el pecado de cierto racismo. (En el sentido que reconocen que "él que no tiene de Inga tiene de Mandinga," pero sin ser doliente del racismo como obstáculo a sus vidas - siempre pueden cortarse el pelo para conseguir un trabajo en un banco. Pero bueno, parte integral del "white privilege" es el priviliegio de ignorarlo.) Pero si eso es un pecado de omisión, los cretinos que escribieron comentarios sobre "chimpancés drogados" en los comentarios al artículo en El Tiempo.com son racistas por comisión. Lástima que los ofendidos rastas les responde con elitismo ("tienen que ser de Bosa" "tienen que ser aficionados del reggaetón.") Ah, Colombia. (Suspiro.)
ENGLISH
Check out the coverage of Colombian national nespaper El Tiempo on the big Rastazo reggae concert - coverage they never givo to black music from Colombia, or even black music with a black audience. Not to be a snob, but intersting, huh?
Also interesting is the photo that El Tiempo carried of the crowd, with a a black woman in the foreground - the only black person that can be seen at all in the gigantic crowd of people! For the white kids, reggae seems to be a way to incarnate blackness - so coveted in the market - without having to worry about black Colombians. (Thinks about all the white kids with dreads that you see in the most exclusive of Bogota' universities.) In fact, far from a move to view colombian blackness, the reggaetero event has a strong cosmopolitan and transnational character, since the organizers of the Rastazo are part of a cybernetic rasta collective based in Mexico, Jahjahradio. (Go to the Inshajah program on the website for its Colombian branch.)
At any rate, it could be argued that Bogotá's white rastas commit a certain sin of racism. (In the sense that recognizes that "everyone in Colombia has a black ancestor," but without having to suffer racism as obstacle in their lives - they always can cut the hair and get a job in a bank. Part of "white privilege" is its own ignorance of itself.) But if that is a omission sin of omission, the cretins that wrote commentaries on "drugged chimpanzees" in the commentaries to the article in El Tiempo.com are racist by commission. Too bad the scandalized rastas respond to tehir racism with classism (they "must be from [working-class] Bosa" or "reggaetón aficionados.") Ah, Colombia. (Sigh.)
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