La noticia de las caídas de los traquetos del cartel del Norte del Valle, primero "Chupeta" y ahora "Don Diego" es seguramente buena. (Me gusta la idea de la legalización como utopía, pero las utopías no pueden ser sino puntos de partida para la construcción de proyectos aquí en este mundo - legalizar la droga convertiría en Colombia en un paria para el Norte casi a nivel de Sudan, y Colombia ya tiene suficientes problemas así como está para estar metiéndose en semejante bochinche.)
La pregunta ahora es qué va a pasar con el muy jugoso guiso del trato de ese cartel. Parece que mucha de su infraestructura, tanto a nivel de cultivos como de transportación, se ubica en el Pacífico. Dentro de la teoría política, se tiene la idea del "vacío de poder," es decir, cuando no hay una autoridad centralizada, salen actores de todos los rincones para disputar el poder. Yo creo que eso no es muy alentador para el Pacífico, ya que este vacío coincide con la disputa entre los nuevos grupos paramilitares como "Águilas Negras" y los milicianos guerrilleros urbanos en lugares como Buenaventura. Agregemos a los aspirantes al poder entre los narcos de rango mediano en la organización del Norte del Valle y a lo mejor vamos a ver unas confrontaciones serias para disputar como repartir la torta. Sólo el tiempo puede encargarse del resultado, pero a mí me parece que los paramilitares llevan la ventaja, por lo menos en Buenaventura, aunque Nariño parece ser de los otros...
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