Los "highlights" del artículo (para mí):
"Se toman las bases rítmicas de la chirimía del Pacífico o del bullerengue del Atlántico, y le ponemos un pasaje de la dodecafonía de Schoenberg o alguna técnica del contrapunto de Bach", indica Alejandro Escallón, compositor clásico y director de la banda Jaranatambó.
y
"Ya los he oído y me aburren -dice Egberto Bermúdez, musicólogo del King's College de la Universidad de Londres-. "Hay una gran diferencia entre lo popular y lo erudito y esta nueva música colombiana no puede ponerse en la misma categoría del trabajo de Piazzolla, Villa-Lobos o Bartók."
No sé si está muy buena que la polémica gire alrededor de comparaciones con Bartók (aunque sí mencionan a figuras como Hugo Candelario, y sí entrevistan a gente de Curupira), pero que los medios por fin estén parando bolas a la fusíon, pues sí. Ahora que la gente empiece a comprar, y que el mercado también beneficie a los músicos tradicionales y lugareños...
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