"Dame dame dame, que te voy a dar ... una guayabita de mi guayabal."

7.03.2009

La prensa chocoana reaciona a la muerte del Brujo

ACTUALIZACIÓN: Aquí está el artículo de Chocó 7 días.

Recuerdos de ‘El Brujo’

En la tarde del viernes 26 de junio, con un sol amarillento y picante, nos sorprendió la noticia del fallecimiento de Alfonso Córdoba ‘El Brujo’. Y esa noche fresca con un leve rocío y sin estrellas, lo velamos al son de guitarras, bombos, clarinetes y platillos. Los cantantes interpretaron sus composiciones más conocidas y cuando cesaban los instrumentos, la sala se llenaba con la sonoridad de su canto. Era como si estuviera ahí en vivo con nosotros, con sus gestos y bigotes desparramados, que parecían cubrirle todo el rostro. Doña Eunices Valencia (Niche), su esposa y compañera por más de 45 años, nos sobresaltó con un grito desgarrador cuando escuchó la voz de ‘El Brujo’ por los parlantes y luego se quedó con la mirada perdida en la añoranza y la nostalgia.

Sus hijos regados por todo el país no pudieron llegar a tiempo y hubo que hacer una segunda velación. La sala estaba a reventar con cultores, simpatizantes y admiradores y la noche presagiaba una despedida inolvidable, pero cayó un diluvio que taponó las cañerías y convirtió las calles en ríos de aguas residuales. Nos refugiamos apretados en la sala y muchos tuvieron que soportar los truenos ensordecedores y los relámpagos a la intemperie. "El Brujo’ta bravo", dijo alguien y otros afirmaron. Seguro El Brujo estaba enojado, había manifestado muchas veces que estaba cansado de homenajes y pergaminos improductivos. Quería un aporte económico para terminar su casita en

la zona minera de Quibdó. Sabía que los homenajes después de la muerte solo son satisfacciones de los vivos.

Tenía 83 años y fue de todo artísticamente, desde constructor de disfraces e instrumentos musicales, hasta cantante, músico, gran orfebre y prolífico compositor. La orquesta Guayacán del maestro Alexis Lozano le grabó dos temas, entre ellos Son Cepillao y Yury Buenaventura grabó Nostalgia Africana, la que consideraba su mejor canción.

Acosado ya por los quebrantos de salud logró grabar entre la clínica y los estudios con el maestro Alexis Lozano, un CD de música autóctona del Chocó que no ha sido publicado. Él quería darle esa última satisfacción a sus amigos presintiendo tal vez la muerte cerca y por eso acosaba a Alexis para su lanzamiento.

‘El Brujo’ junto con otros músicos y el empresario Belisario Valencia fueron los artífices de Los negritos del ritmo, una de las mejores orquestas de Quibdó. Después hizo parte del grupo Raza, Los brujos del son, El brujo y su timba, y el grupo Africanto, entre otros. Compuso más de mil canciones que guardó con letras de molde en la gaveta de un escritorio improvisado.

El diario El Tiempo en su edición del 27 de junio publicó:

"A sus 82 años, Alfonso Córdoba se sabe de memoria canciones invaluables que pocos conocen, y que si no fuera por su legado, estarían a punto de desaparecer. Ha abordado la historia del Pacífico Chocoano desde la composición, la joyería, el diseño de disfraces, la talla de madera y la construcción de instrumentos musicales.

"Se hicieron populares su canto, su manera de moverse y esa risa entre macabra y gozosa que lanza en medio de dos estrofas, pues como lo afirma el mismo "quien hace música no puede ser una persona triste, porque la música es el aliento del ánima".

"En 1989 grabó el álbum ‘Los Brujos del Son’ en compañía del vocalista chocoano Napoleón Cossio. En 1998 grabó Nostalgia africana’ y en 2007, Guana Recors lanzó ‘El brujo y la familia Valdés’, una selección de temas de los más representativos compositores Chocoanos en la voz de Córdoba. Ha tenido éxitos en radio, como ‘Vano retorno’ y ‘Son cepillao’, grabados por la orquesta Guayacán y Yuri Buenaventura. Los músicos jóvenes también retoman sus canciones. ‘La Mojarra eléctrica’ interpreta ‘La pataleta’, fusionando ritmos del pacifico con rock".

Aunque Alfonso Córdoba ‘El Brujo’ ya había trabajado en una película en la que hizo el rol de precisamente un brujo ocasional, el gestor cultural Lucas Silva, hacía meses venía trabajando en un documental que hablaba sobre la vida y obra del maestro y también un disco en música tradicional.



Esto, por ejemplo, es del periódico semanal Siglo 21, de Quibdó. Hay muchas cosas en la edición de hoy de su periódico rival Chocó 7 días, pero como no han colocado en su página todavía, yo lo coloco después.


HOMENAJE POSTUMO A ALFONSO CORDOBA MOSQUERA



Escrito por Editor
Jueves, 02 de Julio de 2009 19:12


El pasado 26 de junio del 2009, a la edad de 83 años falleció en la ciudad de Quibdó, el gran cultor chocoano Alfonso Córdoba Mosquera, Uno de los mejores juglares que ha parido nuestra tierra chocoana. Hablar “del brujo”, como cariñosamente lo denominábamos todos los chocoanos, es referirnos a toda una leyenda viviente dedicado a la cultura afrocolombiana, desde la elaboración de unos aretes de oro en filigrana, como la construcción de un disfraz para las festividades de nuestro seráfico de Asís en el barrio la Yesquita federal, o la vocalización de un bolero en Tambodò acompañado por los negritos del ritmo. La sociedad cultural chocoana, se encuentra de luto, por haber perdido a uno de sus mejores valores culturales, el cual dedico casi toda su vida terrenal al engrandecimiento del nuestro folklor chocoano, desde sus años mozos en que aprendió a cantar y componer toda el encanto que tiene nuestra exótica música del pacifico colombiano, la cual fue luego exteriorizada con lujo detalles en las mejores tarimas musicales de nuestro país.

Hay que subrayar que el “brujo”, había nacido en la hidalga ciudad de Quibdó, en el año de 1926, descendiente de una familia de cultores autóctonos raizales de nuestra música chocoana, desde sus inicios como cantante y compositor, demostró tener unas cualidades innatas, inicialmente tuvo en paso fugaz en su ciudad natal., hasta que elevo anclas y zarpo para la caribeña ciudad de barranquilla, en donde permaneció por un largo periplo, en donde tuvo la oportunidad de conformar el grupo los “mayorales del ritmo” y de alternar con lo más granado de nuestra música tropical colombiana , actividad artística que alterno con la orfebrería.

Luego de su larga estadía en la puerta de oro de Colombia, regresa a su ciudad natal Quibdó, en donde hizo parte del glorioso grupo los “negritos del ritmo”, al lado de Santos Moreno, Eduardo Halaby Renteria (Q.E.P.D), Aulio Lozano Córdoba, entre otros, desde allí se erigió al estrellato, dando a conocer sus espectaculares composiciones y modo singular de interpretarlas.

Posterior a las diferentes giras por varias ciudades de Colombia, en donde dio a conocer su peculiar estilo de interpretar los diferentes ritos del pacifico, regresa a la ciudad que lo vio nacer y en compañía del músico Napoleón Cossío, graba el inolvidable álbum musical de nominado los “Brujos del son”, y con la orquesta madera de Colombia, Guayacán, graba los temas “vano recuerdo”. Son sepillao.

Al “el brujo”, hay que abonarle la gran revolución que este le dio, a géneros como el bolero, la guaracha, el chocoson y el saporrondon, en 1989 graba el tema “nostalgia africana”, y en el año 2007 grabo una recopilación de temas de autoría de varios compositores chocoanos en su espectacular voz , denominado; “el brujo y la familia Valdez”, “el brujo” durante su trayectoria artística, fue fundador de los siguientes grupos musicales: Los negritos del ritmo, El Brujo y su banda, los grupos Sukundún, Africanto, Raza, Los brujos del son y El brujo y su timba, etc.

En los estertores de su vida artística, gracias a la labor titánica del compañero y gestor cultural de la fundación San Francisco de Asís de Quibdó, Douglas Cejar Cañadas, este logro rescatarlo del anonimato en que lo tenían las autoridades culturales nacionales y regionales, logrando que se le rindieran unos justos homenajes a su vida artística muy prolífica por cierto en el Ministerio de la Cultura, en el festival Petronio Álvarez, se le otorgo el premio nacional de la joyería y la difusión de su vida y musical por el periódico el Tiempo de Bogotá, al momento de su deceso había grabado un CD, al lado del también músico chocoano Alexis lozano Murillo.

Se requiere que la labor cultural del “el brujo”, sea rescatada por nuestras autoridades culturales y no quede en los anaqueles del olvido, a objeto de que esta sirva de estimulo para las futuras generaciones de exponentes culturales del Chocó, paz en la tumba de este gran juglar.

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